Hay lugares que no se entienden con prisas, y Nerja es uno de ellos. En cuanto pones un pie en sus calles encaladas y te llega el primer soplo de brisa con olor a espetos, sabes que aquí hay que tomarse la vida al ritmo de las olas. No es el típico destino de postal vacía y turismo enlatado; Nerja tiene alma, y se nota en los saludos de los vecinos, en el arte de no hacer nada a gusto, en ese Mediterráneo que se cuela entre los acantilados como si tuviera permiso especial.
Si vienes buscando playa, tapas, miradores que te dejan mudo y alguna que otra caminata por la sierra, estás en buen sitio. Lo difícil, créeme, no es decidir venir… sino saber cuál es la mejor zona donde alojarse en Nerja sin meter la pata. Porque aquí, cada barrio tiene su estilo, y no es lo mismo despertarse con vistas a Burriana que hacerlo entre las casitas blancas del centro.
¿Cuál es la mejor zona donde alojarse en Nerja?
El Centro: todo a mano y nada de coche
Si tuviera que elegir solo un rincón para montar mi campamento base en Nerja, sería el centro. ¿Por qué? Porque es donde ocurre todo sin que tengas que mover un dedo. El Balcón de Europa está a un paso, las callejuelas rebosan vida y terrazas, y la playa está tan cerca que te puedes bajar en chanclas con el café aún en la mano.
Es ideal si te va lo cómodo y lo animado, si no quieres preocuparte por horarios ni por aparcar. Todo se vive caminando: compras, cenas, helados nocturnos. Y hay hoteles para todos los gustos, como el elegante MB Boutique Hotel, que se siente más moderno que el resto sin perder el sabor local, o el Mena Plaza, justo en la plaza del mismo nombre, donde verás la vida pasar desde la piscina de la azotea. Si buscas algo con encanto clásico, el Hotel Puerta del Mar es una joya con acceso directo al Balcón.
Para mí, el centro es el punto de partida ideal, especialmente si vienes sin coche y con ganas de sentir Nerja a todas horas.
Otras zonas donde alojarse en Nerja
Playa Burriana: la reina del veraneo
Si lo tuyo es bajar al chiringuito como quien baja al salón, Burriana te va a encantar. Esta playa es amplia, familiar y con un ambiente que huele a vacaciones largas. Aquí no hay postureo, hay arena, hamacas, calamares fritos y chapuzones eternos.
Es perfecta para familias o para quienes no quieren renunciar a la comodidad de tenerlo todo a pie de playa. Puedes quedarte en sitios como el HC Burriana Playa, con apartamentos funcionales y vistas generosas, o en el más exclusivo Hotel Parador de Nerja, que se asoma al mar desde lo alto y tiene acceso privado a la arena con ascensor.
Eso sí, prepárate para subir cuestas si vas al centro andando. Pero con esas vistas, quién se queja.
Punta Lara: tranquilidad con sabor a pueblo
A veces uno necesita silencio, grillos por la noche y desayunos con vistas. Punta Lara es eso. Está a las afueras, en la zona oeste, y tiene algo de aldea andaluza reinventada para el viajero tranquilo. Casas bajas, buganvillas por todas partes y sensación de desconexión real.
Aquí el ambiente es más pausado, más residencial, ideal si vienes en pareja o si te gusta cocinarte algo en tu terraza al atardecer. Tienes el Hotel Avalon, con solo unas pocas habitaciones y un restaurante que te hace pensar dos veces si bajar al pueblo o no. También están los Apartamentos Chimenea, más hacia el este, que aunque no están en Punta Lara como tal, ofrecen vistas similares con buen precio.
Desde aquí se puede ir al centro en coche en cinco minutos, y a Burriana en un paseo largo si te apetece. Es el sitio donde uno se instala… y no se mueve.
Parador y zona de Carabeo: entre acantilados y calas escondidas
Esta zona mezcla lo mejor del centro y del mar. El Parador de Turismo marca territorio, pero alrededor hay callejones tranquilos que bajan a calitas escondidas como Carabeo o Calahonda. Es Nerja más íntima, más azul y más vertical.
Perfecta para parejas, para quienes quieren estar cerca del meollo pero dormir en silencio. Además del propio Parador, que es una institución, tienes joyas como el Hotel Carabeo, con vistas que se clavan en la memoria, o el Hostal Tres Soles, más sencillo pero bien ubicado.
Si te apetece un Nerja de balcones y buganvillas, este rincón lo tiene todo.
Zona de Capistrano: Nerja en modo slow
Capistrano Village es como un Nerja paralelo: menos turístico, más verde y pensado para estancias largas. Es un complejo de urbanizaciones con estilo andaluz, muchas plantas, piscinas y vistas a la montaña. Aquí la vida se vive a otro ritmo, sin ruidos ni agobios.
Ideal para quienes viajan en familia, en grupo o con idea de estar una semana o más. Puedes alquilar un apartamento entero, como en El Capistrano Sur o en El Capistrano Village, donde te sientes más residente que visitante.
Eso sí, necesitas coche o usar el autobús para moverte al centro o a la playa. Pero si eso no te importa, te aseguro que es uno de los rincones más agradables para tomarse Nerja con calma.
Zona de Playazo: para ver puestas de sol sin filtros
El Playazo no es la playa más bonita de Nerja, pero sí la más salvaje. Y eso le da su encanto. Aquí se respira espacio, sobre todo si huyes del gentío. El ambiente es más local, más de veraneo de toda la vida.
Puedes quedarte en alojamientos como Marinas de Nerja, un apartotelazo con todo incluido y salida directa a la playa. Ideal para familias que quieren olvidarse de cocinar. También hay apartamentos turísticos más pequeños y campings cercanos.
La mejor zona donde alojarse en Nerja si buscas espacio y no te importa estar un poco más alejado del centro.
Nuestra recomendación sobre donde dormir en Nerja
Nerja tiene muchas caras, y cada una tiene su ritmo. Yo ya he pasado por casi todas y te digo lo que le diría a un amigo: elige bien dónde te plantas, porque eso cambia totalmente la experiencia.
Para mí, el centro es el corazón que nunca falla, pero entiendo a quien prefiere oír las olas en Burriana o leer tranquilo en una terraza de Punta Lara. Y si lo que quieres es un Nerja en zapatillas, Capistrano te espera.
Sea cual sea tu estilo, siempre habrá una mejor zona donde alojarse en Nerja para ti. Y si no, siempre puedes volver y probar otra. Nerja, al fin y al cabo, no es de una sola vez.