Emergencia climática
La emergencia climática es el gran reto histórico de nuestra época. De seguir la inercia actual, el mundo tendrá una temperatura media entre 3ºC y 4ºC más cálida a final de siglo. España es el país europeo más vulnerable ante esta subida catastrófica de las temperaturas.
Es urgente una acción política decidida, que convierta el cambio climático en el centro de un esfuerzo colectivo nacional de enormes proporciones. La crisis climática es la gran tarea de cuya resolución van a depender los próximos 50 años. Lo que hagamos en la década 2020-2030 marcará el conjunto del siglo XXI.
La crisis ecológica no es una amenaza hipotética contra el futuro de nuestros nietos. Ya han pasado 50 años desde la publicación de los primeros informes científicos fundamentados sobre la crisis ecológica. Nosotras y nosotros somos esos nietos, y estamos decididos a tomar medidas.
La transición ecológica justa que España merece
Más País nace para para reconstruir una nueva idea de patria moderna, sostenible, generosa, solidaria, abierta. Y lo hace desde la comprensión profunda de que si hay una palanca que puede ayudar a consolidar nuevos avances en igualdad de género, redistribución de riqueza, trabajo decente, vida buena o aumento de la calidad democrática de nuestras instituciones es especialmente la reforma estructural de nuestras relaciones con la naturaleza.
Nuestro principal rector del proyecto para España que aspiramos a liderar, es una transición ecológica que engloba todos los objetivos parciales del proyecto progresista: la justicia social. Una transformación profunda para conseguir un futuro verde y sostenible en la que España puede ser referente.
¿Qué propone Más País?
El neoliberalismo nos ha convertido en la primera sociedad de la historia humana que pone en peligro, de modo directo, la supervivencia de sus hijos. La transición ecológica debe ser un instrumento para restaurar el primero de todos los derechos: el derecho al futuro.
1. Voto a los 16 años
Es necesario expandir los límites de la comunidad política para que aquellos que más podrían sufrir las consecuencias de la crisis climática no sólo tengan voz, sino también voto.
2. Defensoría de las generaciones futuras
Crearemos la figura de una Defensoría de las Generaciones Futuras independiente del gobierno. Para defender y poner de manifiesto los intereses ecológicos de los jóvenes y las generaciones por venir.
3. Una constitución a la altura de la emergencia climática
Es necesario que la Constitución de nuestro país reconozca nuestra dependencia de la naturaleza, nuestro derecho a disfrutarla y nuestro deber de cuidarla: relacionándonos de forma sostenible y responsable.
Este Acuerdo Verde para España es una apuesta histórica por la transición ecológica como columna vertebral de la economía española del siglo XXI, mediante el que generamos en la década 2020-2030 entre 500.000 y 600.000 empleos netos anuales.
Con un apoyo público rotundo y audaz, en forma de políticas industriales, de empleo, formativas y de I+D+i, pero también mediante señales inequívocas al mercado, la modernización ecológica abrirá enormes bolsas de empleabilidad en todos los niveles de la cualificación laboral. A su vez se paliara la desigualdad de género y se implantará el curriculum ciego en los procesos de selección.
La rehabilitación energética de viviendas es el eje central la transición ecológica con justicia social: siendo positiva para el medio ambiente puede mejorar la vida de la gente. Al aumentar la eficiencia energética de los edificios, su consumo energético disminuye lo que supone un ahorro monetario para las familias.
Pondremos en marcha un plan de rehabilitación sostenible de edificios y barrios que incluirá medidas de mejora de la envolvente térmica, renovación de calefacción por sistemas eficientes, incluso district heating (central de calefacción de barrio), instalación de generación de energía eléctrica y mejoras para la accesibilidad y la movilidad sostenible (mejora de la movilidad peatonal y ciclista, puntos de recarga de vehículo eléctrico, etc). Se otorgarán subvenciones para una media de 700.000 viviendas al año priorizando los barrios más vulnerables, movilizando el doble de inversión privada, y se canalizarán hacia una bolsa de vivienda a precio asequible.
Un siglo después de que el movimiento obrero ganase la jornada de ocho horas, y a pesar de los grandes aumentos de productividad debidos a la digitalización y automatización de los procesos productivos, tenemos un mercado laboral en el que coexisten horas extras no retribuidas con contratos parciales involuntarios.
Impulsaremos los cambios legislativos necesarios para, aprovechando los avances tecnológicos y los aumentos de la productividad, reducir la jornada laboral sin pérdida de salario a 32 horas semanales en el marco de la próxima década, intentando que en la mayoría de sectores esto se traduzca en una semana laboral de 4 días.
Existen claras ventajas medioambientales al reducir los desplazamientos al trabajo y permitirnos más tiempo para implicarnos en actividades bajas en carbono: deportivas, culturales, etc. Además favorecería enormemente la conciliación familiar, a la mejora de la salud y sería una medida clave para que el trabajo no remunerado, esencialmente de cuidados y de mantenimiento doméstico, se reparta de forma equitativa entre hombres y mujeres.
La transición ecológica a un modelo 100% renovables es la oportunidad perfecta para democratizar y descentralizar el sistema energético de nuestro país mediante el autoconsumo y la producción cooperativa y comunitaria. El precio de las instalaciones de energía solar fotovoltaica y de los almacenamientos está cayendo rápidamente, por lo que la administración debe simplificar los trámites para favorecer las inversiones, así como establecer líneas de ayudas y microcréditos para que acceda a ellas quien realmente más las necesita. Plantearemos una reforma del mercado eléctrico cuyos objetivos sea disminuir la factura eléctrica, favorecer la introducción de energías renovables en el mix eléctrico y que los beneficios de las empresas eléctricas sean razonables y no desorbitados como hasta ahora.
Cada viaje en Tren de alta velocidad contamina veinte veces menos que un viaje en avión. Debemos hacer del tren el elemento vertebrador del transporte en nuestro país: mejorando las redes de cercanías, alcanzando la electrificación total de la red, desarrollando proyectos como el corredor mediterráneo, el corredor Atlántico o el tren a Extremadura y rehaciendo la estructura tarifaria de RENFE.
Limitaremos los vuelos peninsulares para los cuales exista una alternativa competitiva en tren. Primero retirando los privilegios fiscales de la aviación: aumentando el IVA de los billetes, gravando el impuesto al queroseno de los vuelos peninsulares, mediante la posibilidad de una tasa adicional a los billetes de avión como la que ha establecido Alemania y, finalmente, planteando la limitación progresiva de dichos vuelos, usando cuando sea posible la recaudación para subvencionar y reducir el precio de los billetes del transporte ferroviario de pasajeros.